Quisiera ser el lino, él de tu lecho
donde soy sol, poniente anaranjado,
temblar ardientemente por el prado,
brillar con los ardores de tu pecho.
Esta sombra candil en el tejado,
quiere ser ese mar de caracolas
por venir a bañar entre tus olas
con tu cuerpo, mi amor desesperado.
Te percibo por siempre necesario,
como un corcel tú corres en mis venas
sin ti, mi amor mi vida es un calvario.
Te quiero sin pensar y tengo penas
rezando cada día mi rosario.
quisiera ser por ti quién me condenas.
Te doy yo mis verbenas.
Te quiero como nadie te ha querido,
eres mi luz , jardín el más florido.