Y dejaste tu aroma aquí en mi inconsciente
Inimaginable mundo de un cosmos renaciente
Absorto ante el momento leve
Que llego y se fue desbordante ante placeres
Viniste de la nada rompiendo los esquemas
Idilio impetuoso que fundió el mágico momento entre pálidas paredes
Y aunque la razón no deja ni permite que te quedes
El sonido de tu alma se convierte en un halo lujurioso y complaciente
Ya vendrá el momento que se anhela
Que convierte la palabra en sentimiento puro
Y ante el temblor de los cuerpos palpitantes
Solo queda el momento que se vive
Rafael Blanco López
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