Melissa 94

El banco de la plaza

Bajo los árboles henchidos de aromas
Que frescos abrazaban nuestras siluetas,
Se mantenía frío el banco, estatua de primavera.
Presenciaba conversaciones de amores profundos,
A veces prohibidos, rupturas y concilios.
El parque que lo vio venir un día...
De repente se fuera roto como nosotros esa tarde,
Cabizbajos y tristes, en partes.
Ya no existe el testigo aquél, que guardaba 
En las entrañas de cemento nuestros nombres,
Nombres que dentro de un garabateado corazón
Exhibió la muestra de que alguna vez nos amamos.