Esta noche te diré que de ti la suave visión,
me mantiene entre una nube de letargo y de estupor.
Soñando que tu fueras por quien prendiera en mi el ardor,
y que abrieras fuente seca donde brotaba pasión.
Guardare siempre el recuerdo de sublime situación,
donde tu y yo nos fundamos, como el fuego con el sol.
Como viento que acaricia pétalos de un girasol,
estas manos te acaricien hasta oír de tu canción.
Tu voz mas desconocida, la que nadie mas oyó,
ese canto de sirena que emane en tu convulsión,
llamando al marinero para ahogarse en perdición,
mas, que importa el sacrificio si uno mismo lo buscó.
Cántame sirena al oído, quiero oír tu canción,
que me hunda en el abismo de irrefrenable seducción.