Reloj no seas cruel, susurraba el espejo
ayer se reflejaba bella y juvenil
hoy hay frente a mí una mujer senil
Espejo no seas vanal y superfluo, le respondió
Observaste su belleza a través de tu vanidad
Pero no te perdiste en sus ojos e inmensidad
Reloj no trates de engañarme, musitó el espejo
Solo quieres que yo vea lo que tu paso dejó
Mas el reflejo de los años hasta a ti te alcanzó
Espejo el engañado eres tú, solo te fijaste en lo no importante
Nunca miraste con detención el alma de tu plagiada
La belleza que fue adquiriendo con cada avance de sus pisadas
Si existiera un espejo, que pudiera reflejar, la belleza del alma
Serían muchos que renunciarían a toda vanidad pasada
Por temor a que se descubriera que solo es bella su cáscara