Tu nombre lo lleva
un famoso argentino
que canta a la esperanza.
¡Tú eres, Diego Alfonso!
mi joven sobrino,
aún… no eres famoso.
En septiembre llegaste a casa,
no quieres ser cantante
tampoco un pintor
tan sólo deseas ser profesor.
Enseñar la música, tú aspiras
y explorar al ruiseñor…
ese ser que tu admiras
y canta en tu interior.
Debes manifestar destreza,
cultivar la paciencia
en tan loable labor.
Yo te animo y te felicito
por tus sueños de adolescente
se además, muy prudente,
que mañana te espera el éxito.
Mirna Carranza
Sep 2010