Queda el recuerdo de lo que nunca fue
queda la espina en el corazón
sangrando ausencias
rompiendo promesas...
Quedan las luces
las canciones
y el cielo
queda el poema
las lágrimas
la sinrazón...
y las palabras que no escuchaste
las caricias que no sirvieron
y todo el aire acumulado
en suspiros, respiros y rabia.
Queda nada de lo mucho que dimos
quedan los intentos y los sueños
y el alma de nuestras voces.
Destellos de un amor encapsulado
de besos atrapados
y de una libertad que lastima.
Quedan las risas que nunca estallaron
los silencios cobardes
las frases a medias
y los intentos de amar.
Queda el olvido que nunca se fue
y los años que volvieron
tan solo para hacerme daño...
Queda la memoria intacta
con su álbum de recuerdos
atado a un alma...
que nunca olvidó
Ana María Indacochea Garreta
Seudónimo: Socorro Andrea