Juro que lo vi, lo observé con el alma.
En cada mirada de las personas a las que amé.
Y si hablo en pasado, es por mi cruel letargo. Que siembra en mí el desamparo.
Dónde están aquellos ojos, el proyectil que se incrustó entre mis huesos.
El calambre, el tembleque, el deseo.
Dónde está aquel todo, lo que vi y ya no veo.