No me dejes caer en la rutina
en el “dolce far niente” de los sueños
en la siesta que sigue a los festines,
en la falsa utopía del consuelo.
Yo no quiero firmar un cheque en blanco
Y vender el futuro de mis nietos,
Yo no quiero dormirme en los laureles
que acaban siendo cardos borriqueros.
No me dejes caer en la nostalgia,
en el negro agujero del recuerdo,
en la noria que jira y que marea
pero que nunca te llevará a buen puerto
Pegame un par de hostias si hace falta
si ves que me acomodo y me aperrengo
si el futuro se escurre entre mis manos
Y yo no lucho para retenerlo.
Cantamé esas canciones que esgrimimos
a voz en grito en las calles y en los pueblos
cuando la voz todavía no temblaba
Y el miedo no asomaba aun sus cuernos,
no me dejes tirado en una esquina
entre orines de ratas y de perros
que “la estaca”es cada vez mas fuete
y las respuestas aun flotan en el viento.