Hoy he vuelto a delirar,
Nuevamente sin querer,
Acordando me dé tu cuerpo,
Y tu dulce olor de piel.
A veces miro tu retrato,
Recostado en mi cama,
Pero es algo increíble,
Tu olor sigue en mi almohada.
Cuando hacíamos el amor,
Como inmenso torbellino,
Dos cuerpos llenos de pasión,
Pero con un solo latido.
Nuestros cuerpos enlazados,
Como raíces en la tierra,
Y los labios se rozaban,
Como olas en arena.
Dos cuerpos convertidos,
En volcán en erupción,
Donde la adrenalina encontraba,
Una lluvia de sudor.
Toda esa inmensa pasión,
Ya han quedado en los recuerdos,
Los besos, el calor y todo la pasión,
Han quedado en mi memoria,
Y en mi cama tu aroma.
Después de todo lo vivido,
Ha pasado largo tiempo,
Hoy somos dos desconocidos,
Que vivimos del recuerdo.
Luis Parreño.