AL AMIGO EN SU TUMBA
Más el hombre morirá y sea cortado su vida,
perecerá hoy , en la primera etapa terrenal,
y donde esté, ahora, ¡ en la otra dimensión !,
su cuerpo inerte en su tumba, ¡ será polvo ¡.
Si envejece, en su ataud, su raíz corporal,
su tronco y huesos, se podrán amarillos,
pero al percibir, el agua pura, se verdecerá,
y hará una copa, como una planta nueva.
Como las aguas del mar, se van al infinito,
así se va su alma, al cielo o a la oscuridad,
al paso de su espíritu gozoso, el rio se seca,
aquí yace el amigo, y no vuelve a levantarse.
No lloro, por su cuerpo, que no tiene vida,
solo pongo flores y oro, por el bienestar, de su alma
recordando siempre, y en la quietud de la mañana,
sentimientos sentidos, que el viento, lo lleva al cielo.
Una losa fría en el camposanto, marcado con una cruz,
un epitafio, con tus nombres y fechas,
son los testigos fríos, que te acompañan siempre,
en las noches eternas y de un silencio sepulcral.