NEFASTA RUTINA
Cuando la vida se vuelve rutinaria, se ha fracasado,
la energía se reduce a lo mínimo, se pierde la razón,
desaparece la armonía, el ritmo es poco acompasado,
actuamos como zombi que ha extraviado su corazón.
Al aplicar un incentivo, se disminuye toda monotonía,
el movimiento es esencial y produce piezas musicales,
acelera el ritmo cardíaco, crea una espléndida sintonía,
en las reacciones químicas son requeridos los radicales.
Incluso el inoportuno amor, si hay variedad es hermoso,
la entrega es total, se sumerge en un paraíso verdadero,
conservar la humildad parece privilegio para un famoso,
aunque infinidad de penurias se diluyen en un estadero.
Los fracasos superados con tesón parecen una necesidad,
ponen a prueba la capacidad y profundas alegrías generan,
causan insomnios y la pérdida de apetito evita la obesidad,
pero intensas preocupaciones el período cardiaco aceleran.
Jaime Muñoz, septiembre 1º de 2022