Ruego por poder seguir tu huella.
Confió que puedas guiar mis pasos
por la tarde, hacia la ruta de tu andar
buscando atajos en los espacios,
confundirme en los espejos de tu mirar.
Adornarme con tus caricias,
quedar atrapada en tus besos.
Me duelen tus silencios,
le temo a lo frágil de tu sonrisas,
a mis ansias viscosas de placer
a mi acto contrario de contrición,
a mi boca presta a la delicia
y a la breve eternidad de poseerte,
confieso me estorba el barbarismo
de devorar completo tus miedos
tenderme explendorosa y febril
como cubre tragedias sobre tu vientre
en el que se gestan tus nostalgias
y el fragor exquisito de tu propia lujuria.