Deseo ser en ti…
No cuestiono tu ruina de vida,
no desembarco en Normandia
los fines de semana
para dejarte claro que soy un héroe
o un longevo de la noche ulterior.
Yo anhelo ser de ti y tú de mí…
No pienses que me ahogo en un vaso de agua
todos los días: a veces despedazo el vaso
y dejo los trozos en el vertedero
de la proverbial rutina.
Deseo ser y estar en ti…
No me juzgues como a los demás
ya que mi rabia es parásito
de lobos hambrientos,
mi cabeza es un costal de irritación
y amor beligerante;
mi “ser” es lo que es, lejos
de lo que son los “otros” que nos cercan
con sus manos de regicidio apremiante.