En estos tiempos feroces,
de violencia y de dolor,
eres tú, mi interno sol
que a tantas dudas responde;
impides que me desplome
en la desesperación,
fuiste la que me salvó,
un regalo de los dioses;
siempre te muestras serena,
ante esta realidad,
eres la amiga suprema
en quien se puede confiar;
siempre serás esa estrella
que no apagará jamás...