Cara de tomate

Qué fácil.

Qué fácil es llegar a la Luna

trepando por tus cadera.

Qué fácil es coger las estrellas

y colocar la más bella sobre tu cintura.

 

Qué fácil es surcar los cielos,

los más puros y azules,

sintiendo en el rostro las nubes

cuando mis labios rozan tu cuello.

 

Qué fácil es desenterrar tesoros

llenos de claveles y rosas,

los más blancos, las más rojas.

Basta con mirar tus ojos.

 

Qué fácil afrontar los miedos,

luchar, hacerse el valiente,

encomendarse a la suerte

cuando tú eres mi amuleto.

 

Qué fácil es navegar mi barco

contra viento y marea,

manteniendo firmes las velas

si tu sonrisa es mi faro.

 

Qué fácil es tener todo

con lo que uno ha soñado.

Abrazarte, sostener tu mano,

además de fácil, es hermoso.