Cómo recuerdo mis viajes de antaño
yendo a las zonas y frentes de guerra
porque la historia, de pronto se entierra,
como semilla del viejo castaño.
Era el Cantón Nuevo Gualcho y lo extraño
cuando yo andaba caminos de tierra
rumbo a la casa contiguo a la sierra
mil novecientos noventa era el año.
Éramos jóvenes muy soñadores
siempre labrando un camino al futuro
sueños en mano, por tantos lugares,
con profesores también populares.
Y aunque el camino estuviera inseguro,
siempre apoyamos a los formadores.
¡Pero cuántos dolores…
carga mi patria en cada hora y minuto,
tierra bañada con sangre y con luto!