Francisco Morales Lomas

NOCHE OSCURA DEL CUERPO

NOCHE OSCURA DEL CUERPO

 

 

Había un cielo olvidado en las sábanas.

Sólo en medio de la sobria nostalgia

que produce el olvido.

Eterna ausencia que se desvanece,

Gruta de vientos y mareas huecas,

Soplo de la noche oscura del cuerpo,

Jardín secreto poblado de plantas,

Cuna de las huellas de la pasión.

 

Y me llegó la aulaga de su luz

Como un aullido de frutas maduras,

El despertar de su rostro de azúcar,

El abismo de sus acantilados

De seda y algas marinas.

 

Supe del negro rostro de la vida,

De la savia de sus campos en flor,

De la música suave,

De sus címbalos que al cielo imitan.

 

Dormir quise en sus anchas

Radas protegidas por el fanal

Del cuerpo y los encajes de la espuma,

Contumaz barquero que se alimenta

De sabrosas sedas humedecidas,

Paciente buscador

Del tesoro que custodian tus piernas.