I
Un poema olvidado
en la corteza de colores,
en lo más profundo del jardín,
donde la piel se eleva
sobre los besos tibios
de la eterna primavera.
II
Tal vez en el jardín
de los niños que soñaban,
las flores cubran el cielo,
y las aves curiosas
que jugaban con el viento
recordarán cada perfume
de aquel viejo poema.