Vitorio

Carta a Dios

Querido Dios:

Quisiera que me observaras cuando estoy en el profundo sueño

Como cuando un padre observa a su hijo dormido

Tu sabes... en ese instante mágico...

Estoy sano, nítido, bueno, limpio, santo.

Mírame con detención

Te noto cerca

Hay tantas preguntas que quisiera hacerte

¿Qué piensas de mi...?

¿Alguna lágrima que se me escape involuntariamente

  te estremecerá...?

¿En qué lugar del mundo vas a dejar tirado mi templo...?

¿Mi historia...?

 

Mas, al amanecer... cuando despierto

Tu ya no estás

Sólo mis demonios y mis ángeles despiertan conmigo

Y yo te busco a ti... no a mis cancerberos

Y tú te vas... así nomás, sin despedirte

Como un amante recibiendo un desaire, te vas

Y estiro mi mano para alcanzar a tocarte

Y pongo atención al silencio

para escuchar siquiera un susurro tuyo

O tal vez una mirada furtiva

Pero no,

Nada hay

Nada oigo

No existo para ti...