José López Moreno.

Duerme la luna

Duerme la Luna

sobre tejados de pueblos olvidados,

entre cigüeñas, almendros

y arroyos solitarios.

 

Al pasar sobre la Alhambra,

baja por la Torre de la Vela

se perfuma con aromas de gardenia

y espera la llegada del alba

sobre Plaza Nueva.

 

Se baña la Luna

en playas dormidas de plata,

los reflejos del agua le hablan 

de recuerdos que la acompañan,

desde Almería a Huelva,

pero quedó dormida, mecida

en la belleza de Granada.

 

Al llegar la alborada,

a escondidas con el sol se cita,

para mostrarle su blanco tul,

bordado de estrellas y conchas finas.