Algun dia no muy lejano,
este humilde escritor,
le recito versos sin compasion
al amor...
Sentado en su mesedora,
escribia cuentos de fansia,
que una estrella soñadora,
le recitaba en su infancia...
La Luna y el Sol,
le decian versos
de los mejores,
no solo de amor,
sino tambien de soledad,
amor y dolor...
Viejo escritor,
que enseño letras
a sus nietos
sin decir adios;
al verlos llorar,
un papel les daba
para poder gestar
un pequeño verso,
pues el les comento:
"El papel es la mejor
medicina para un alma
con pena y desolacion"...
Viejo con sabiduria
ya muy añeja,
pero que cada dia,
se incrementaba un poco más...
Viejo escritor,
que aun en su ultimo aliento,
todo le fue como un verso...
F. Eduardo Liévano