No hay pena sin llanto
ni llanto sin lágrimas
no hay canto sin voces
ni voces sin alma.
No hay alegría de vida
donde existen las tragedias
ni paz ni felicidad
viviendo tantas miserias.
Aunque la ilusión se cuele
la destruye los agravios
y hay que pararse a luchar
contra las penas a diario.
Las ganas de batallar
nos da valor cada día
para derribar y vencer
a el miedo de más heridas.
Entre más duro nos hieren
más grande crece el rencor
que se aplaca cuando nace
en el corazón el amor.
HELIGRARI 5/25/2018