Llevé mis tempestades y locura
con lluvias de verano en madrugada
bridándote mi boca enamorada,
el viento se llevo toda amargura.
La luna y las estrellas con dulzura
devuelven mi sentir en la alborada,
desangra mi pecado en la amohada,
rosando con tus manos mi alma impura.
Soy la flor peregrina en tu existencia
volando por los cielos me enamoras.
Tu beso enamorado es mi sentencia.
Es que busco tu abril en donde moras,
quemándome la piel con insistencia.
Tus manos me apasionan seductoras.