Felicidades mi amigo,
poeta del alma mía,
manantial de poesía
que a mis letras das abrigo.
Entre mis rimas persigo
imbricar a la ternura.
Con mieles de mi dulzura
para cantarle a tus años
y congratular escaños
propios de tu arquitectura.
Propios de tu arquitectura
son tus versos elegantes,
que con brillo de diamantes
valorizan tu escritura.
La vida no te apresura,
no eres de andar apurado.
Meticuloso, ordenado
vas mostrando el sentimiento,
y al mar te vas con el viento,
cuando estás enamorado.
Cuando estás enamorado
cantas a las mariposas,
que bailan entre las rosas,
con lenguaje cultivado.
Tu versar, tan elevado,
cuando rimas al amor,
a la amistad, al dolor,
a tu mamá, tus hermanos,
al planeta, a los arcanos,
te dio un nombre: emperador.
Te dio un nombre: emperador
de las rimas en sonetos,
versos clásicos, ¡completos!
y en Julias, el alto honor.
Pues tú fuiste el ganador
de su evento, el primer premio.
Activo vas en el gremio
de escritores y poetas.
Para un libro tienes metas,
y a terminarlo te apremio.
Y a terminarlo te apremio
porque será tu obra escrita,
magnífica y exquisita,
sin los trazos de un bohemio.
Culto, sencillo y abstemio,
solo gustas del café.
De religión, solo sé
que eres hombre de conceptos,
y cumples con los preceptos,
aunque no ejerzas la fe.
Aunque no ejerzas la fe
ni el domingo estés en misa,
has sudado la camisa
y escribiendo te encontré.
Aquí no terminaré,
porque hablaré de tu diario.
Tu orgullo de ferroviario,
y el vivir entre sirenas,
fue la sangre de tus venas,
símbolo en tu calendario.
Símbolo en tu calendario
es tu andar entre carriles,
sin dormir, noches por miles,
cuentan en tu aniversario.
Lo recoges en tu anuario,
lo llevas en la memoria.
Estandarte de tu historia,
huella en tu cuerpo delgado,
y en tu pelo despintado,
el que exhibes como gloria.
El que exhibes como gloria
de tu vida consagrada,
del trabajo en madrugada,
mas, es tiempo de victoria.
Sigue girando la noria,
¡sesenta y siete septiembres!
De julios y de noviembres,
de penas y de alegrías,
de Perales, melodías,
de eneros y de diciembres.
De eneros y de diciembres
que se han ido acumulando,
y en la mente reforzando
los procesos de remiembres.
Hay oraciones bimembres
con un extraño sujeto.
Surge tu nombre completo,
¡la poesía perpleja!
Seudónimo gonzaleja,
el poeta que respeto.
El poeta que respeto
porque vas bordando rimas
(sin importarte las cimas),
es el verso tu amuleto.
Enfrentas un nuevo reto,
y tendrás más (lo predigo) .
Mis letras hoy van contigo
llevando mi corazón,
que rebosa de emoción:
¡Felicidades mi amigo!