Eduh Siqueiros

El cielo de tu piel

Tu piel es como el cielo que se eriza con nubes táctiles en el roce suavemente hasta lograr su exaltación total y cuando toca el horizonte, como un río que próvido nace en las montañas, se derrama para que beba el siervo que ha estado durante mil días soportando su sed con vehemencia

En tus llanuras florecen girasoles que con ansias esperan a que los rayos de luz los besen. Ay, grandiosas flores con sonrisas amarillas, ya mi canales quieren irrigar el subsuelo donde han fijado sus raíces.

Mujer, quiero dormir entre tus muslos despiertos y despertarme en tu vientre dormido arrullado por el zumbido de las lúcidas luciérnagas que liberan su luminosa longanimidad en nuestra entrega de libidinosa limpidez.