Jorge L. Casado

Qué tal si tú y yo...!

Revolotean las aves en el firmamanto,

presagio de que algo emocionante ha de acontecer...

en un suspiro, y con el corazón ardiente

tu escencia sobre mi ser, mi cuerpo hace estremecer.

 

Piénso en tí, más que nunca... ¡como nunca!

se cierra mi puño, y a la vez mis ojos,

y desdibujo tus manos mis labios tocar

insitándome a la más sumisa pasión de amar.

 

Tus ojos se ven en los míos y veo tu intención,

te acércas a mi cuerpo y siento tu vibraciôn;

te acércas más, y tu emosión se une a mi emosión:

me tócas, y se innúndan nuéstros lábios de pasión

 

Sólos, y con una luz ténue en la alcoba,

otra vez se innúndan nuéstros lábios, ¡con más pasión!

El deseo por tenérnos el uno al otro, y a solas nos gana,

y hace que nuéstros cuerpos desnudos, se júnten, como agua y sol...

 

Sin despegar tus lábios de los míos; ¡no hay razón!

y con mi cuerpo junto al tuyo, aún,  me desplazas suavemente en tu regazo

y comiénza tu pasión a desvordarse en mí

sintiéndo mi pasión moverse en tí; amándote con ganas.

 

¡Qué tal, si tú y yo consumámos éstas ánsias:

éstas ánsias de amarnos desmedidamente;

déjame sentirte, y que mi ardor, por tí siéntas...

¡Qué tal, si tu y yo nos perdémos, y que el amor lo siénta...!

 

qtstyy-42215-123p-15wn-by:Jorge L. Casado