Mag Palmer

TRISTEZA

Mi alma abandonada, cansada y triste ya no siente nada desde que te fuiste. De mis ojos brotan torrentes de lluvia porque el huracán de tu vanidad arrancó las hojas de los árboles frondosos de mi alegre juventud. Nada ha quedado más que llorar con desvelo intentando olvidar lo que un día fue mi anhelo.