No puedo darte soluciones
para todos los problemas de la vida,
pero puedo caminar a tu lado
y acompañarte a buscar una salida.
No tengo ninguna respuesta
para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte
y aliviar un poco tus dolores.
No puedo intentar cambiar
tu pasado ni tu futuro,
Pero cuando me necesites
estaré junto a ti, te lo aseguro.
No puedo evitar que tropieces,
solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y evitar que
caigas dos veces.
No puedo obligarte
a que te sientas bien contigo
pero puedo ser tu confidente
y decirte al oído:
“aquí estoy, soy tu amigo”.