Te recuerdo, eras la noche en el día y en la noche eras la aurora, eras la sombra del sol y la luna entre luces perdidas.
Te recuerdo, sonriente y frágil, vestida de azul marino y una blusa blanca de espuma de olas heridas.
Te recuerdo, inalcanzable como una estrella, suave como el aire, bella de primavera, sin pecado ni aureolas finas.