“A tu deman que lo cor m’enfortesques. “
Ausiàs March
Que no sea la vida un mueble oxidado
con el forro hecho añicos polvorientos.
Vea yo esa luz que se obstina
en los labios,
sin mil engaños y sus desalientos.
Que crezca en mi futuro
un cielo rubio
contra el presente frágil y gamberro.
Vibre un activo Céfiro en mis barcos;
el mundo que he construido con severos trabajos
no se parezca a Ovidio en el destierro.
Que nada valga un órdago lejano
o las oscuras aguas del olvido.
Muera yo y delire
marcado por un hierro
ardiente en el alma,
por la pasión de Afrodita suspire.
Que habite yo una tierra sin ayer
y vuelvan a mi mundo encorsetado
los sueños, lo imposible.
Huya yo del pasado inconmovible.