Fuimos culpables los dos
amantes egoístas
ladrones de momentos
usurpadores de sueños…
De nada éramos dueños
nada nos pertenecía
tu vida y la mía
no eran nuestras…
Y sin embargo
nos regalamos besos
a escondidas
nos dijimos palabras atrevidas…
Impunemente nos amamos
sin medir daños ni heridas...
Pero todo tiene su fin
todo un día termina…
Y es terrible comprender
que nada podremos ser
que nunca debimos querer
forzar las circunstancias…
Que enorme es la distancia
y débiles nuestros cuerpos
que mi corazón, desierto
se irá quedando de a poco…
Que nuestro sueño loco
se perderá para siempre
y que ya no habrás de verme
regalándote mis versos…
Olvídate de mis besos
y del deseo de amarme.
Yo triste voy a quedarme
pero haciendo lo correcto…