Ella ama esas expresiones de amor, que no son convencionales. Les pone ropaje nuevo
a viejas palabras, disfruta la vida como si se la prestaran un segundo, sabe mirar de forma diferente mis errores, luego las convierte en virtudes, porque su sonrisa ilumina mis oscuridades y sus besos da claridad,
a mis noches oscuras y apacienta mis inconsistencias. Cada vez que me mal aconseja mi almohada
Ella es mi poeta preferida, cuando de tarde se sienta frente al mar y deja ir su pensamiento como barco de vela, se adentra a mi naufragio del alma, suelta palabras, entrelaza sueños, piensa situaciones y usa metáforas que me invitan a seguir nadando, sin perder mi condición de náufrago y me lleva a esa isla del corazón y nos
amamos cada noche, cuando la luna nos hace un guiño y adorna con estrellas nuestro verso.
Ella me abraza en la distancia, con ese amor cálido me enseña a amarla sin tenerla,
A escuchar los latidos del corazón, sin poner mi mano en su pecho y la caricia de su voz,
Me hace sentir el calor de su cuerpo y la furia de sus mares, cuando arribo a las arenas de su playa,
ella busca el lugar más perfecto para escribir sus soledades acompañadas de mí pensamiento.
Yo recibo cada mañana, el calor de sus letras ardientes, que caen en la gélida espera
Para saciar la ausencia de caricias, que escapan de mi estudio cual niña adolescente
después de un beso robado, porque siempre escapa de mis hielos y me acerca al fuego,
Con ella encuentro el placer de viajar cada día cada noche, montado en mi unicornio.
Sus letras son como el café de cada día, con humeantes recuerdos, evoca momentos
Cuando el llanto de felicidad me brotaba hasta por los pros de mi miel cuando los eriza,
Aunque este lejos, yo siento tocar su alma como toco mi guitarra cuando la espero,
cuando duerme, mi beso toca sus labios y le dejo mi espera en su pecho agitado.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO