Marcelo López

El descubrimiento de la...

Decidí estar lejos de mi tierra

para descubrir la otra cara de la moneda

 

Tomé mi pequeña maleta

y con algunos centavos en mi bolsillo

inicié el camino

 

Fueron largas horas para cruzar mar y tierra

 

Fui testigo de tierra árida y de un interminable mar

 

Di innumerables pasos y brazadas

como innumerable fue el número de estrellas que nunca pude terminar de contar

en esas noches de silencio

otras con miles de insectos

dando serenatas como lo había soñado tiempo atrás

 

Cada río me dio agua para beber

cada vegetal, de comer

 

En la travesía veía muchas sonrisas

pero también rostros de desesperación

 

En el pecho me llevo las sonrisas

en cuanto a la desesperación, me quedo con elementos para una larga reflexión

 

Sigo en camino

no he llegado a mi destino final

 

La moneda no es tan pequeña como creí

falta mucho por descubrir.