Decidí estar lejos de mi tierra
para descubrir la otra cara de la moneda
Tomé mi pequeña maleta
y con algunos centavos en mi bolsillo
inicié el camino
Fueron largas horas para cruzar mar y tierra
Fui testigo de tierra árida y de un interminable mar
Di innumerables pasos y brazadas
como innumerable fue el número de estrellas que nunca pude terminar de contar
en esas noches de silencio
otras con miles de insectos
dando serenatas como lo había soñado tiempo atrás
Cada río me dio agua para beber
cada vegetal, de comer
En la travesía veía muchas sonrisas
pero también rostros de desesperación
En el pecho me llevo las sonrisas
en cuanto a la desesperación, me quedo con elementos para una larga reflexión
Sigo en camino
no he llegado a mi destino final
La moneda no es tan pequeña como creí
falta mucho por descubrir.