Quisiera atesorar los memorables
recuerdos y momentos que presente
revive mi memoria de repente
sin cárcel para besos reprochables.
Quisiera tus secretos deseables
guardarlo cual reliquias en mi mente.
Clandestina mi boca irreverente,
te besa con ardores condenables.
La llama que encendió tu lento fuego,
será flama en mi aliento quien respira
tu boca que furtiva es mi sosiego.
Sedienta está mi boca y te delira
y al beso subversivo no me niego,
me embriaga como el vino que me inspira.
Mi mundo es tuyo y gira,
entre voces de amor acorralado,
prisionero invencible enamorado.