Instantaneidad
El progreso se edifica,
se vive y se asume
con responsabilidad,
sin embargo,
de repente
se derrumba,
llega el cambio
para bien
o para mal.
El mal corroe
y destruye.
Cuidar la calidad
de la vida,
es una postura
permanente,
puesto que
su evaporación
está a la vuelta
de la esquina,
por errores propios,
ajenos
o contingencias.
Ser sensato,
preveer la crisis
y prepararse
ante los desafíos,
es la fórmula,
el camino
que, paso a paso,
se ha de transitar
para pincelar paisajes
que permitan cohabitar
con el bien y la paz,
aunque existan
amenazas externas
e imprevistos,
esta es la linterna.