Somos lo que soñamos, lo que aspiramos, lo que deseamos,
Papel, flor, mariposa, quetzal o colibrí. Somo ese pasado que se actualiza,
somos la noche que aspira a ser bolero en medio de una copa de vino tinto
Que en una triste taberna teje las añoranzas y encamina nuestros pies a la nostalgia.
Somos ese beso pendiente, ese nombre callado y el olor nuestro que no cesa
Lluvia que mojan nuestros recuerdos y vuelve a renacer la esperanza del ayer,
Sigue siendo esa letra escondida en mis metáforas que desnuda la noche,
Eres tan especial para mí, que te guardo en lo más profundo de mi canción.
Me gusta tu forma de ser noche, mañana, atardecer; como te conviertes en poesía
Eres ese pedazo de vida que recoge mis alegrías y la convierte en canción.
El secreto más preciado de mis silencios; sigues siendo Tú, alguien muy especial,
Como esa emoción que hace palpitar mi vida, temblar mis rodillas y seca mi boca
Cuando no te veo en el día, llegan tus palabras a tocar mi sueño y se acurrucan
Encaminas mis sueños por ese valle que caminamos con los pies descalzos
Y el corazón desarmado recogiendo letras y formando poesías hasta que salga el sol
nos sentamos a jugar con las margaritas, presentándoles nuestras dudas razonables
Parecemos extraños, distantes lejanos, desconocidos, poema sin escribir,
somos simientes de un sueño que germina, un corazón compartido
una misma canción donde tus pones la letra y yo la tonada y mi guitarra
Sigo siendo la profunda herida de una letra que sembraste en este corazón
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO