Existe una gran controversia acerca de la vestimenta que usaron nuestros antepasados Adán y Eva tras su expulsión del paraíso. Unos aseguran que utilizaron hojas de parra para cubrir sus vergüenzas, otros se decantan por las hojas de la higuera.
Si yo tuviera que apostarme algo, diría que ella optó por una hoja de higuera para cubrirse la breva, mientras él, por lógica, elegiría la de parra para taparse las 2 uvas y el sarmiento, aunque esta disertación carece de fundamento, y poco importa si eligieron una u otra variedad. El mayor inconveniente se les presentaría con la llegada del otoño, y no solamente por el frío que soportarían con semejante indumentaria. Todo parece indicar que mientras habitaron el edén, como allí el clima era tropical, lo más práctico era ir en cueros, y así parece ser que vivían, pero al ser deportados a la tierra, a no ser que dios los enviase a una isla paradisiaca con clima templado, soportar los rigores del invierno con tal atuendo debió ser para ellos una prueba de fuego.
Aparte de esto, lo realmente intrigante es pensar que tanto la parra como la higuera son árboles de hoja caduca, y a no ser que a finales de verano hicieran acopio en su armario ropero de hojas secas, o cabe pensar que se buscaron un alcornoque para vestir en la temporada otoño-invierno, o no les quedó más remedio que rogarles a sendos lirones que hibernasen en sus entrepiernas.