Espiritu que, en mi cuerpo,
fue llama de luz y candor,
hermoso milagro encarnado,
y alegria que me dio el Señor,
cuando conocía el amor,
siendo bella como una flor.
¡Samuel hombre! mi hijo amado,
para mi tu no estas muerto,
ni perdido, ni dormido,
ni en algún lugar desierto,
estas libre como el viento,
sin dolores y tormentos,
y en la fuente sorprendido,
del magno acontecimiento.
Tan solo, solo has viajado,
y hasta nuestro proximo encuentro,
vas ligero entre nubes y aves,
entre blancas plumas de ángeles,
y ríos de vivos colores,
viendo lejos el mundo gris,
entreventanas y un colibri.
Qué difícil es decir Adios,
y el saber que te has marchado,
triste sin haber luchado,
y no estar molesto con Dios,
quien de penas te ha librado
el vivir calvario de horror.
¡Claro! me encuentro desolada,
apenas me he resignado,
y en dolor estoy devastada,
anhelo el calor de su abrazo,
luz sonrisa en el ocaso,
y están sus ojos apagados.
Tal vez, va mirando incrédulo
el universo imaginado,
buscando luz entre sombras,
Abriendo paso hacia la ruta,
donde van los hijos amados,
y trascienden liberados.
Cuando te vea de nuevo,
sin el peso de las cadenas,
profunda abrazare tu alma,
Oceano de infinita calma,
primogénito, hijo amado,
y exclamo al vacío torrente,
¿Porque no me fui contigo?
Esperaré cual mendigo,
y te cobijaré de estrellas,
hasta un plano más allá,
donde las rosas sean azules,
y los mares perfumes de rosas.
para regarte de amores,
con todo el amor universal,
que cabe en mi corazón de madre,
y darte abrigo celestial.
Mas hoy quiero agradecerte,
Samuel amado hijo de mi ser,
el tiempo que estuviste a mi lado,
y en tu forma de proceder
para engendrarte, elegida
y decirme sin ninguna duda,
\"Que sí de nuevo elegir pudiera,
de nuevo madre a elegirte volviera\"
Gracias, gracias, hijo,
por darme tus tristezas y alegrias,
estar pendiente de mi cada día,
perdonarme en mis flaquezas,
en horas humanas de tibieza,
y cuando pude ser tu nido,
mejor madre hubiera sido.
Raquelinamor/
Septiembre 9, 2022