Los que matan en el corazón,
suelen ser valientes y genuinos,
aunque en algún momento en su alma,
haya habido aflicción y desazón.
Algo de dureza y quiste queda en el corazón,
algo del niño se muere en la sinrazón,
el que mata en el corazón, crea un nuevo caparazón,
la resiliencia se convierte en objetivo y obsesión.
El que mata en el corazón,
lo hace por desesperada supervivencia,
es su alma que le empuja a la resistencia,
su corazón como el hígado aunque muera luego se ensancha.