Estar a tu lado en la viva noche,
decirte cosas para no perderte.
Me atrapas la vida sólo por quererte
y llenas mi pasión con tu derroche.
El tiempo se nos fue, vano y fantoche,
en el feroz naufragio de la suerte,
sin miedo ni dolores que ofrecerte
ni aquella voz confusa del reproche.
Tú me llevaste a mil cielos lejanos,
corona del sol y luz transparente,
y me has cargado los ojos de fuego.
Busco un amor cogido de las manos
que me transforme todo lo presente,
el alma y las penas, como un juego.