Se proyecta tu silueta en la ventana,
y el paisaje enmudece en tu presencia,
porque teme que el sol de la mañana,
se confiese enamorado de tu esencia.
Has dejado a las hojas del follaje,
sin el verde, pues tan solo está en tus ojos,
y a los pétalos, que se han ido de viaje,
los reemplaza, el rubor de tu sonrojo.
Las personas se esfuman de la escena,
y tan solo queda el ángel más hermoso;
tu sonrisa inequívoca y serena,
ha premiado mi mirada entre los otros.
El estruendo del silencio no ha podido,
acallar, lo que hoy gritan las palabras,
y demuestra que lo eterno del amor,
se ha grabado a fuego en nuestras almas.