AGUITA CLARA DE CURAYACU
Aguas para curar tus heridas de amor y olvidar,
malas experiencias del pasado, ¡que no quisiera!,
¡pues no todo está perdido, amada paisanita!,
porque en la pureza y cristalina burbuja de su fuente,
está la mágica fórmula, de su bendito manantial,
para atraer a ese amor, de tu pareja distante.
Quiero volver a tu seno de los cedros,
linda, acogedora, Ciudad de Pomabamba,
con sus aguas termales, y los grandes encantos,
encandilan a todos, por su belleza turística, e inigualable.
Voy a tu rinconcito incólume, un paisaje celestial andino,
de la mano con mi cañarina, de subliminal belleza,
la fragancia del viento cordillerano nos abraza,
para tomar tu agüita milagrosa, en un mate de madera fina.
Liquido milagroso, que cicatriza las heridas del corazón,
todos te llaman cariñosamente con cantos,
eres el agua bendita del amor, qué embelesa y
une eternamente, a las parejas, cuando la beben.
Eres prodigio milagroso natural, agüita clara de Curayacu,
con un sorbo de tu agua, atrapa a mi amada mujer.
Tal vez, en grandes pastos verdes y frescos envejezca,
pero tus aguas puras, son el alimento espiritual y
la fuente de la eterna vida de la juventud,
¡Todas te llaman agua del encanto y del amor!
Eres un milagro de la naturaleza andina,
que flecha a los corazones de los mortales y
derrama bendiciones, para tenerte por siempre,
para ahogarnos de besos, en mi Pomabamba, de los Cedros.