Los niños corren y saltan,
sin demostrar el sosiego,
son causantes de alegría
para los padres y abuelos.
Mientras hacen travesuras
con vibrante desenfreno,
hacen brotar las sonrisas
por su proceder ingenuo,
un verdadero regalo,
tierno, cariñoso y bello.
Cuando lucen la bondad
en sus caritas de ensueño
muestran siempre la ternura
que tiene todo ser bueno
y presentan sus semblantes
que despiertan sentimientos.
Los niños con un papel
quieren tener su velero
y sueñan llegar al mar
bogando por el riachuelo.
También existen princesas
con collares en el cuello
son niñas inteligentes
que son orgullo del pueblo.
Los niños son bendición
llevan de Dios su misterio
deben tener los cuidados
por ser seres indefensos.