Mariano Torrent
Palacios de estiƩrcol
Alrededor de 70 migrantes por mes pierden la
vida en la frontera entre México y Estados
Unidos. Se contabilizan 50 muertes infantiles diarias
en el continente africano a causa del calor.
Más de 130.000 víctimas semanales por contaminación
del aire, el 90 % en países de bajos recursos.
Casi 200 muertes notificadas en ocho meses de niños
colombianos por “causas asociadas a desnutrición”.
Un pequeño de diez años con un tumor maligno y una
mujer de 37 con cáncer mueren en Gaza por no
obtener permiso de las autoridades israelíes para
poder continuar el tratamiento fuera del país.
730 niños somalíes fallecieron en ocho meses por
haber tenido la desgracia de nacer en un país donde la
mitad de los menores jamás alcanzará el contenido
proteico necesario para ese detalle llamado subsistir.
Con un tercio del país bajo el agua, Pakistán
registra más de 1.300 muertos y un 45 % de
sus tierras cultivables inundadas. En la Venezuela de
Maduro se rozan los 1.000 homicidios en un semestre.
Casi un millón de muertos en suelo estadounidense
por sobredosis de drogas en dos décadas,
cerca de 7.000 a nivel global por Chagas, dos
trabajadores por día en accidentes laborales en España.
Anualmente una de cada diez personas sufre alguna
enfermedad causada por ingerir víveres en mal estado.
¿Consecuencias? Más de mil nuevos cadáveres cada
puesta de sol por no poder confiar en nada.
¿Gustaría arriesgar la principal causa de defunciones de
menores en EE.UU.? Si dijo las armas de fuego
está tan en lo cierto como si intuye micropartículas
de saliva desesperanzada en este poema.
Más de un obituario por minuto por culpa del
paludismo, siendo África el continente que concentra
casi la totalidad de casos. ¿Cómo conjugar el verbo
prevenir donde la salud pública está ausente?
Al fin de cuentas, existiendo los mundiales de fútbol, la
NBA, el Súper Bowl y los Juegos Olímpicos, quién va a
detenerse a fruncir la comisura de los labios pensando
en los brotes de sarampión en el Cuerno de África.
Más de un centenar diario de vidas cegadas en México,
femicidio cada 26 horas en Argentina, crimen cada 30
horas en Rosario, cinco corazones menos antes de cada
amanecer por guerras que sus artífices miran de lejos.
Qué decir del bullying que no deja de agregar páginas
mortuorias a la biblioteca privada de nuestros
absurdos; opioides, accidentes de tránsito, un millar de
vidas destruidas mensualmente en Europa por la trata.
Pero en este 8 de septiembre de 2022 ha partido
de este mundo la célebre Reina de Inglaterra, y
y en la galaxia se ha decidido parar las rotativas.
Nadie podrá negar que en la primera
plana de los que nos venden palacios de
estiércol hay vidas que importan más que otras.
Mariano Torrent