Una vez hubo un desencuentro
entre la duda y la lujuria
la duda no entendía porque la lujuria
debía alcanzar siempre el orgasmo
Y la lujuria no entendía
porque la duda estaba cargada
de tantas preguntas
así que batieron a duelo
Los cielos fueron testigos
de choques de Galaxias y meteoritos
de agujeros negros que cobraban vida...
el tiempo se torcía como un caracol
Finalmente apareció la cordura
y de 2 millones de bofetones a cada uno
puso fin al duelo
y todos volvieron a casa