He sido mujer y niña,
he sido ola y playa,
colgada a tu cuello
hundida en tu mirada.
He sido tu sombra
y a veces tu sol,
atada a tu pecho
y apegada a tu espalda.
He sido tu amante,
en noches sin calma,
he besado tus manos
y he bebido tu savia.
He sido tu amiga,
tejiendo esperanzas
de días sin penas
y de mañanas claras.
He sido mujer y niña
besándote el alma,
en horas desnudas,
donde todo se apaga.