Hasta de las alcantarillas,
mueve los cimientos.
Perturba la paz de los cementerios,
tapias insomnes sean tus párpados.
Promueve el movimiento,
rechaza la quietud excesiva.
Trata que tus pensamientos sean
como cometas en el firmamento,
volátiles y efímeros.
Que el rayo tras la tormenta,
parta en dos
la corteza del árbol de tu esencia-.
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