Un día desperté y empecé a admirar el ocaso,
el brillo increíble de la noche me atrapó,
y los destellos de luz de las estrellas
conquistaron mi alma y mi corazón
Cómo no dejarme atrapar por tu brillo
si eres a veces frío y a veces tibio
y cuando te muestras con todo tu encanto
solo no respiro, me detengo por un tiempo
solo te miro, solo te admiro
solo te quiero para siempre mío
Cómo no encantarme con tu admirable presencia
si eres una mezcla de luz del día
y la increíble e imponente llegada de la noche
me siento dichosa de poder observarte,
cuando el alma está tranquila y en paz.