Ya mi voz se va perdiendo
por debajo del escenario
el tono desaparece
y mis venas parecen acabar
como una desalentadora medida desmedida
para el retiro no querido.
Ya mi cuerpo se agota
se tiñe de abismos
y en mi cielo me sorprendo
de ser el único actor de esta comedia
papel principal a lo cotidiano
de solo escuchar, oír sin perdurar
ser el cantor de mi autentica derrota
el paso del tiempo.